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La Gratitud ... Don o Virtud

Vivimos  en una sociedad que nos obliga a tener sentimientos piadosos y a modales perfectos con todos.

Pero una cosa es la obligación y otra la actitud. 


Si estamos obligados a tener estos sentimientos ... ¿Porque entonces no tenerlos con aquellos que nos dieron prueba de Amor, de Compasión y de Indulgencia?.

Comencemos con nuestro padres. Cuantos consejos, cuantos regaños por nuestro bien!...cuantas horas dedicadas a nuestro servicio para que con el tiempo olvidemos quienes son?. 

Con muchas personas podemos ser rígidos en nuestros juicios o escasos de cortesía  pero con nuestros padres no es permitido nunca y bajo ninguna circunstancia ser descortés con ellos o hacerlos sentir que no valen en nuestras vidas. 

Muchas personas que reciben de sus padres algún merito y no estan de acuerdo con ello, se irritan de tal manera que nunca vuelven a casa y hasta olvidan quien los pario. O cuantos utilizan artimañas para sacar provecho de sus propios padres. En cambio hay otros que cuando se encuentran en disposición se apresurar a Restituir el beneficio con cantidad de detalles y se lo demuestran en cada ocasión

Vanas son todas las astucias para justificar la Ingratitud. La persona ingrata es un ser vil y para no caer en esto es es preciso no escatimar ni poner valor al reconocimiento. Es necesario que abunde y sobreabunde.

Si la persona que te hizo el favor se ensoberbece  tu no debes actuar con ego... simplemente agradece y ya. Extiende un velo sobre su falta y mira solo el bien que recibiste. Mira a ese bien aunque lo hayas devuelto, aun cuando lo hayas devuelto con centuplos.

A veces es licito ser agradecido, sin publicar el beneficio recibido. Pero siempre que la conciencia te diga haber motivo para divulgarlo, no te lo impida ninguna vergüenza  confiésate obligado a la diestra amiga que te socorre. Dar gracias sin testigos es muchas veces ingratitud, dice el ilustre moralista Blanchard.

La Gratitud es el Alma de las Religiones, del Amor filial, del Amor a los que los aman, Del Amor a la Sociedad humanan, de la cual recibimos tanta protección y tanta dulzura.

Cultivando agradecimiento a todo cuanto bueno recibimos de Dios y de los hombres, adquirimos mayor fuerza y Paz para tolerar los males de la Vida y mayor disposición a la indulgencia y a emplearnos en favor de nuestros semejantes. 


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